jueves, 9 de abril de 2009

¿Por qué los chicos...? - FELICES PASCUAS

¿Por qué los chicos no se cansan nunca?...

Porque no piensan en que van a cansarse...

¿Por qué los chicos cuando les sirven un plato de comida, a veces no les gusta sin siquiera probarlo?

Porque... La comida tiene cosistos o colores que sencillamente no les gustan...

¿Por qué los chicos se dan cuenta, cuando los engañan?... Y aún así... Se dejan “engañar” por los grandes...

Porque todavía no desarrollaron la capacidad para auto engañarse...

¿Por qué los chicos se frustran, cuando en la escuela los desaprueban por resolver mal un problema?

Porque ellos creen verdaderamente, que van a la escuela a aprender...

¿Por qué los chicos pueden pasarse cinco horas seguidas, jugando al veo veo?

Porque cada nuevo color, representa una nueva búsqueda...

¿Por qué los chicos pueden contarse siempre el mismo chiste, cada vez que se ven?

Porque quieren volver a reír...

¿Por qué los chicos quieren meterse a la pile, aún cuando el día esté nublado?

Porque el estado del clima exterior, no les influye en lo más mínimo...

¿Por qué los chicos lloran por “pavadas”, cuando no las pueden disfrutar?

Porque en la sencillez de una “pavada”, ellos pueden ser felices...

¿Por qué los chicos juegan a ser grandes?

Porque siempre quieren crecer...

¿Por qué los chicos quieren dormir con la luz encendida?

Porque saben que el “fantasma” que vieron en la película, realmente existe...

¿Por qué los chicos dicen todo lo que piensan, así como les viene a la mente?

Porque son verdaderamente libres...


¿Por qué los chicos, a veces se agarran a las piñas?

Porque las frases “hizo trampa”, “está mintiendo”... Son de las que más les duelen...

¿Por qué los chicos, patean la mesa cuando se la llevan por delante y se golpean?

Porque tienen bien claro la diferencia entre cosas y personas...

¿Por qué los chicos, se burlan entre sí?

Porque les encanta...

¿Y por qué les duele tanto la burla, a los burlados?

Porque hiere lo más sagrado que tienen... Su identidad...

¿Por qué los chicos hacen travesuras?

Porque quieren descubrir el mundo por su propia experiencia...

¿Por qué los chicos, están todo el tiempo diciendo... “¿Sabías qué?... Tal cosa... ¿Sabías qué?... Tal otra...?

Porque disfrutan aprender y compartir al instante... No aguantan saber algo y quedárselo para ellos solos...

¿Por qué los chicos, cuando están solos y se asustan, se meten debajo de la cama?

Porque ni bien el monstruo se agache para ver si él está ahí, le puede encajar una buena trompada en medio de las narices, y salir por el otro lado...

¿Por qué los chicos, guardan sus juguetes favoritos, debajo de la cama?

Porque cuando mamá se va de la pieza, ellos con sólo estirar el brazo, pueden seguir jugando... Un poco más...

¿Por qué a los chicos, les encanta putear?

Porque sienten que las “malas palabras” imprimen una especie de “fuerza prohibida” extra en lo que dicen... Porque cuando putean... Ellos sienten que en vez de hablar... Están dictando una sentencia a “los malos”, aunque claro... Todavía no saben nada de juicios...

¿Por qué lo peor que puede pasarle a un chico, es aburrirse?

Porque no conciben la vida, sin diversión...

¿Y por qué algún muñeco, es el que siempre tienen en sus manos?

Porque ese muñeco... Es el más poderoso... Es el más fuerte... Y es el que supera hasta sus propias debilidades... Tiene absolutamente todo... Es perfecto... Y junto a él... Enfrentan a los malos y los vencen... Y siempre... Pero siempre... Rematan con alguna frase ganadora... Como por ejemplo: “¡Hasta la vista... Beiby!”... o... “¡Trágate esto pelotudo!”...

¿Y por qué adoran las Pascuas?

Porque es el día en que comerán el chocolate más rico del año... Siempre... Siempre...

¡¡¡FELICES PASCUAS!!!... ¡¡¡Y QUE DIOS NOS BENDIGA!!!...

sábado, 17 de enero de 2009

EL “CHETO” ARGENTINO... Expresión: “TIPO NAA”

Comenzar este escrito diciendo “tipo naa”... es muy fácil... lo reconozco...

Sin embargo creo que en esta ocasión tiene su justificación... Y paso a explicar el por qué...

Generalmente la expresión “tipo naa” la suelen decir las mujeres conchetas (ahora se dice: chetas, a secas)...

En cambio...

Los hombres tienen (más) tabúes al respecto en su manera de hablar y desenvolverse en el conchetaje argentino... Son más... cómo decirlo... “pelotudos” si se quiere, al ¡¡¡MOMENTO DE ACTUAR!!! (ya que se quedan sin el pan y sin la torta)... Porque en última instancia... creo, y por supuesto desde mi único punto de vista conmigo mismo, que si te va la expresión “tipo naa”... Pues... ¿Por qué no decirla no?... O mejor dicho en este caso... ¿POR QUÉ NO ACTUARLA NO?...

Bueno... justamente (Y aquí voy con la cuestión...) las mujeres no tienen rollo al respecto (cero rollo... O sea... Tipo si no te va... estás out)... O sea, tipo... Ellas saben que son conchetas argentinas... Y por lo tanto.... Tipo... les chupa un pino hecho de porcelana y con guirnaldas de colores colgantes, que las “tilden” de conchetas...

Sin embargo... a los tipos... SÍ LES IMPORTA el “tilde” de conchetos... ¿verdad?... Tipo que no les dá... ¿PERO?...

Y... ¿Por qué... A los tipos SÍ LES JODE QUE LOS TÍLDEN DE CONCHETOS?... He aquí la cuestión... Y LA EXPLICACIÓN DEL “¿PERO?”... ANTERIOR...

Es decir... Yo creo... que esto se explica sencillamente por otra cuestión sociológica y empíricamente comprobada... En donde el CHETO... busca reproducirse con la CHETA... Sin embargo... A veces (o muchas de ellas)... No está dispuesto a pagar el PRECIO...

Y AQUÍ LA EXPLICACIÓN, dos puntos..

“O sea... tipo naa baló... o shea... si vosh tenésh... onda tipo... vergüenzita vishte... de que te cataloguen baló... de cheto... O sea... tipo que no da ¿no?... O sea... To bien baló... Pero me pa que... Sé vos mismo ché – ay me salió tipo re baló... baló... jiji... el ché no dá baló – Lo que te quiero decir... es que nosé... tipo que nó... o sea... ¿Sé vos mizmo... no?... ¿no?... Por ejemplo... nosé... tipo el otro día por ejemplo... estaba con Nacho en una comida del clab... que to bien ¿no?... re baló ahhh... Pero tipo a mí me dió... estábamos tomando una re ball baló los dosh... ay... la re coincidencia ¿no? –Jíji-...Y nosé... a mí... Tipo... O sea el tipo como que se retrajo... ¿entendez?... Porque vino la sirvienta... Ahora se dice presidenta... ayyyyy re baló.... baló –jiji-... Y tipo... no trajo el servilletero ¿viste?.... Y naa...tipo o sea... Yo... yo... o sea... to bien si no tengo el glasé para secarme los labios... Pero tipo... o sea... baló... El tipo... casi se descompone ¿entendesh?... Y no dá baló... O sea... Yo sé... tipo que la educación está cada día peor... No tengo que ser... onda tipo nosé... una superstar para darme cuentan ¿entendesh?... O sea... to bien... no trajo las servilletas la chica... tipo que yas tá... tipo... o sea... Que na dá baló que te pongas en paranoia ¿no?... Digo... nosé... me parece ¿no?... Na dá baló... que no sepas como transmitirte ¿no?... Nosé... digo... me parece ¿no?... ¿no?... El tipo o sea... Los tipos... O sea.. son re out a veces ¿no?... Es re gracioso... O sea son re graciosos baló pero tipo igual... Es re gracioso baló... O sea... nosé... tipo relajá vishte... Porque no dá... O sea... Que te pongas en una situación casi de ataque por nada ¿no?... Y o sea... Yo no soy tonta... O sea... tipo no... O sea... Me doy cuenta... Que el tipo le da cosa ¿no?... Y o sea... Te juro que lo ren tiendo baló al tipo... Pero igual... na dá... baló... O sea... relajá... Tipo... to bien... Sé vos mismo ¿no?... O sea... Porque claro... pará no te conté... –jiji- ahh re baló... baló... perdoná... Porque o sea... el tipo... tenía un poco de tierrita vishte... O sea sho me dí cuenta, pero to bien... O sea... tierrita baló... del juego de golf... to bien... O sea yo sé de esto... Mi papi también baló... Yo me río... –ahhhhhh re baló baló – Mi papi... también baló... onda tipo... bueno... el otro día estábamos en el hoyo nueve... Y tipo papi... que.... ayyyy me siento re tonta... Pero tipo yo lo re entendí... ¿entendes?... Porque o sea... tipo o sea... claro... yo lo entiendo... O sea... tipo estábamos todos... Y mami... ay después te cuento... Pero estábamos terminando la jornada... Y tipo... claro... O sea... papi... se ensució el pantalón... Y yo lo entiendo... O sea... na dá baló tener tierrita después... Pero igual ¿no?... Tampoco dá.... para un ataque de paranoia ¿no?... O sea estábamos tomando una re ball o sea... no era que estábamos en un palacio ¿no?... O sea... tranqui le dije... Y to bien después... Pero tipo eso es lo que te quería decir ¿no?... O sea... la servilletita... O sea... tomá le dije... y le dí las elít... Pero tipo o sea... él... cómo que nosé... tipo se puso nervioso... ¿re tonto no?... O sea... Me dijo que No... O sea tipo ¿Era una servilletita igual, no?... O sea... No estábamos hablando tipo nosé... Cómo el otro día que estaba con Guille... Y no dá... ay nosé ... No tiene nada que ver una cosa con la otra, pero vosh me entendesh... Se me vino a la mente baló.. O sea... Tipo que no dá, con lo de Guille, bajarte del equino para sacarle la tierrita a los pieces... ¿ay?... ¿está bien dicho pieces? ... ayyy re baló... baló –jiji- nosé... no importa... o sea... el equino sigue caminando ¿no?... O sea... na dá... Tipo... ¿me entendes no?... O sea lo que te quiero decir que tipo o sea... el tipo.. ahora te hablo de Nacho... –jiji- ay re baló... baló... la que la re mezcla la tipa cuando habla –jiji- ... Pero o sea... vos entendes... de Nacho... na dá... O sea... te arremangas el puñito y lishto... O sea... Si no hay servilletitas... Tipo o sea... no hechás a perder el momento ¿no?... bah... O sea.. nosé... Pero tipo me parece que si estoy ahí... Y te doy las elit... O sea... Estoy ¿no?... O sea... Soy alguien digo ¿no?... ¿me entendés no?... Las elit... Y no... O sea... el tipo... onda tipo no... viste... Tipo o sea... no... Él ... la llamó de nuevo a la sirvienta para que traiga el servilletero ¿entendez?... Cómo lo de Guille... O sea... tipo no se dan cuenta ¿no?... Una está ahí... Y tipo o sea... ¿no?... Él... ¡NO!... Él... tenía tierrita... y na dá... baló... O sea yo soy púdica... y lo ren tiendo por lo de mi viejo que te dije... Pero tipo o sea... Y lo mismo aunque exagerado con lo de Guille, Pero estábamos en ese momento ¿no?... ay re lindo... –jiji – Ay re baló baló... Y nosé... tipo que me parece que daba para otra ¿no?... O sea... Tipo... nosé... Como tipo o sea re tonto ¿no?... Pero al final nada... O sea... tipo... O sea... que cortó el ambiente ¿entendez?... O sea... Tipo como yo te dije antes... Lo re entiendo... O sea... sé... que tipo na dá baló... Porque osea... Pero igual ¿no?... Era el momento... Eso es lo que quiero decir... ¿entendes?... Tipo o sea... En otro momento o lugar... Tipo que o sea... Yo soy la primera... O sea... Las servilletas ¿no?... Pero o sea ahí ¿no?... ¿no?... ¿entedés no?... Tipo na... na dá baló... ¿no?... Tipo... O sea... tipo naa baló... ay... re baló... baló... ¿entendesh?...”...

miércoles, 7 de enero de 2009

Ciclo de análisis sobre: “ALGUNAS FRASES”...

“Tengo entendido que...” – Un esbozo desde el punto de vista “estructural” de tal afirmación, la sensación y proyección que genera (y ha generado) en la historia. Y del por qué de la misma...

¿Qué nos quieren decir cuando nos dicen... “Tengo entendido que...”?

La primera reacción que cualquier individuo tendría al escucharla, sería la de... “este no sabe nada, que se vaya a sanatear a mongolia”... Y si bien hay algo de cierto (o bastante) en esa pre-conclusión, sería muy pobre de nuestra parte quedarnos tan sólo con eso.

Personalmente, soy un impulsor de esta cuestión de “ir un poco más allá de las cosas y conceptos” y por ende no me puedo permitir, conformarme con esta primera apreciación. Es por eso que me propuse desmenuzar un poco más esta cuestión. Al menos para que sirva, para entender cierta idiosincrasia Argentina (Y también mundial).

Comencemos...

a) Explicación por el absurdo:

Generalmente uno no dice “tengo entendido que...” cuando tiene que analizar o explicar una cuestión que hace a una convención, como por ejemplo:

“Tengo entendido que 1 + 1 es dos”

Suena hasta gracioso o estúpido pensar tan sólo en oír eso... Y sin embargo no estaría mal, porque de hecho todo el mundo que haya aceptado esta convención, ya sea a la fuerza o por lógica, estaría de acuerdo. Por lo tanto... el receptor también tendría entendido lo mismo (valga la redundancia).

Pero ¡CLARO!...

No tiene mucho sentido analizar esto desde un punto de vista puramente objetivo (pero sí desde la óptica subjetiva, que a continuación desarrollaré) ya que esta convención está tan arraigada que daría la sensación que estamos desmenuzando pelotudeces.

Sin embargo... Y sin entrar mucho en detalle, por otro lado también se podría decir que:

“Tengo entendido que... (ver el gráfico que continúa. Hacer click para ampliar imagen.)





Y estaríamos (aunque usté no lo crea), ante la misma afirmación que la mencionada anteriormente, o sea... 1 + 1 es dos.

He aquí... la primer cuestión a comprender: “El -Tengo entendido que...- sólo aplica y tiene sentido cuando uno o alguno de los interlocutores no tiene la más puta idea sobre el tema que se esté desarrollando”.

Es justamente éste interlocutor el que pensaría y/o sentiría muy en su interior... “Sanata para la gilada, andate a versear a tu abuela que me empoman de parado” (o similar, como por ejemplo: “¡ehhhhhhh somo lo mejore somo... a mi no eh!”. Es por eso que a continuación nos adentraremos en este “personaje”).

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b) Explicación por el no absurdo:

Concatenando los conceptos con el punto “a” desarrollado precedentemente, es necesario ahora, entender que ahí no termina la cuestión, ya que puede suceder que ninguno de todos los interlocutores sepan de lo que se está analizando (o lo saben a medias tintas)... Entonces acá... la sensación sería diferente, porque en cuanto al conocimiento (que en definitiva, es el que gradúa el grado de sanata absorbida -o escupida- y subjetiva para cada interlocutor), estaría más repartida la cosa. Entonces y de acuerdo a lo dicho, en este nuevo escenario la cuestión primordial pasaría más por dilucidar lo siguiente: “¿Quién tiene la poronga más larga?”...

Generalmente (no siempre, pero sí generalmente), el que da a entender que “la tiene más larga”, es el que menos sabe (en las situaciones de hecho). ¿Pero que pasa con este sujeto?

Él sabe que no sabe un carajo. Pero también sabe que los demás interlocutores saben tanto o menos que él. Entonces su estrategia consiste en convencer al resto de que él “la tiene más grande” y luego de la discusión, salir disparado a asesorarse concretamente con el que realmente tiene la posta, o como se dice en la jerga con “el tótem más rígido del condado” y así poder volver a escena, con las patas anchas a recolectar boludos.

Por lo general éste sujeto convence al 33% del resto de sus colegas, que es él “realmente” (comillas) quien la tiene más larga. Es un 33% por una cuestión estadística que aquí no merece ni siquiera su mención ni demostración.

El otro 67% decide ser empomado por otros sujetos distintos (sean personas físicas, jurídicas, organismos públicos, etc). Generalmente es una cuestión de orgullo personal y/o a veces profesional. Esta última cuestión mencionada es un poco entendible, ya que a casi nadie le gusta que lo vean cuando lo empoman.

Y serán curiosas las estadísticas ¿no?... Pero hasta ahora los registros indican que:

El 80% de las veces en que el comentado 33% (sujetos que se dejan convencer por el que la tiene más larga en esa primer instancia), sufren menos las consecuencias...

¿Y cuando se comprueba eso que sucede?

Cuando transcurrido cierto tiempo el otro 67% escucha que el “porongón (falso) de la primer instancia” le dice “¡Viste! Yo te dije”... Duele... es cierto... duele mucho escuchar eso... Porque el receptor se queda con la sensación de que además de ignorante es pelotudo...

En cuanto al 20% restante de aquel 33% (primero) generalmente son empomados de la misma forma e intensidad que el 67% (también de la primer instancia) por sujetos que calzan similares tamaños.

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Segunda cuestión importante a resaltar: “Note, el lector... Del cómo a partir de una situación en donde nadie sabía nada (o todos muy poco), un sujeto termina comprendiendo que además de –no saber la cuestión de hecho- tampoco sabe elegir la opción “menos mala”, es decir la cuestión que contiene el elemento subjetivo ¿verdad?..."

Esto es algo que pasa muy a menudo en el trajín del día a día...

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Estas dos cuestiones, ya de alguna forma sientan la base para pasar al tercer y más importante elemento a dilucidar. El cual, se divide en dos preguntas:

a) Acción Pasiva. Dispuesto a recibir. Pregunta: ¿Cómo darse cuenta en la primer instancia de conversación, que el sujeto que dice “tengo entendido que...” se convertirá (potencialmente en un futuro próximo) en la opción menos mala a elegir?

Aclaración a la pregunta que precede: Para desarrollar esta pregunta, se debe tener en cuenta las estadísticas comentadas anteriormente ya que es sabido (y lógico también) que no siempre la primer instancia define (o no) la mejor opción. Pero como este análisis es acotado y se basa en probabilidades estudiadas empíricamente, nos regimos en este sentido. La cosa es simple... Como en este análisis estamos desarrollando las conversaciones que se generan al “tún tún”... Y en donde el tiempo apremia... El costo de oportunidad para tomar la “decisión” toma un rol prácticamente inmediato, y si a eso le sumamos que el escenario muestra una situación en donde “ las papas queman”, la cuestión de agilidad y rapidez toma un papel preponderante.

Y la otra pregunta que también tiene sentido hacer es:

b) Acción Activa. Dispuesto a dar. Pregunta: ¿Me conviene a mí jugarla de porongón, en esta situación primogénita? (Es decir... El sujeto toma el papel de empomador).

En cuanto al punto “a” desarrollo:

Aquí como es claro, no participan las cuestiones formales, estructurales o lógicas que cada ser humano tiene incorporadas, ya que al estar en un ambiente (de conversación y conocimiento) que tiende a tomar una forma de “arenas movedizas”, la única herramienta disponible para todos los sujetos que integran esta primer etapa, es la INTUICIÓN...

Aquí el objetivo es determinar, si el que dice que “la tiene más larga” es realmente así.

Entonces como no está muy bien visto comprobar esto fácticamente (fáctico: Concreto. Donde a veces no es natural y se hace por arte.), el sujeto pasivo, para poder tomar la decisión y responder a la primer pregunta... Deberá estudiar quién de todos los “otros” interlocutores tiene:

1) Poder de convencimiento hacia terceros.
2) Capacidad de convertirse en “camaleón”. Es decir... disfrazarse.
3) Capacidad de oratoria, la cual debe ser transmitida en forma clara y con un gran sentido común. (Nota: El sentido común ayuda a explicar en forma complicada las cuestiones más sencillas de la vida).
4) Hay más elementos al respecto pero exceden el tema de estudio.

Es decir, el sujeto que pretenda elegir al “empomador” deberá relacionar las características mencionadas precedentemente y adjudicárselas en forma “intuitiva” a alguno de los otros interlocutores.

En cuanto al punto “b” desarrollo:

Aquí la cuestión es más sencilla de explicar, ya que lo único que se requiere es tener la capacidad (subjetiva) de todos los elementos descriptos en el punto “a” y además... tener el “caradurismo” de saber que se tiene que empomar a diestra y siniestra... venga quien venga... Sean conocidos, amigos, enemigos muy competitivos, “porongones” de otras áreas y hasta el mismísimo creador de todo lo creado (según sea el caso, y la cuestión jurisdiccional será el Ministerio, Estado, País, Continente, Comisión de algún convenio transnacional establecido, Planeta tierra, y cualquier persona u organismo que se meta en el medio a romper los esquemas...)

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Luego de todo lo desarrollado, estamos en condiciones de esclarecer el “quid” (y a modo de conclusión) de la cuestión que estamos analizando... Justamente del -“Por qué el uso tan común de la frase “tengo entendido que...”

Y la respuesta es muy sencilla... Y se explica con otra famosa frase dicha (en la idiosincrasia Argentina), la cual es:

“EL QUE SABE... SABE... Y EL QUE NO... ES JEFE”... He aquí el EQUILIBRIO DEL COSMOS QUE SE CREA Y RECREA EN UN ECOSISTEMA CASI TAN PERFECTO COMO EL DE LA NATURALEZA...

Y a partir de esta otra frase salen a la luz varias clases de sujetos que se interrelacionan entre sí en dicho ecosistema. Hay muchas zonas grises al respecto, pero la escala sería más o menos así:

a) Sujetos que no saben, pero saben que no saben y su poronga es promedio: Son tímidos hacia a fuera y atropelladores hacia adentro. Generalmente admiran a las –super porongas- y están dispuestos a perfilarse también, en el caso que se los solicite. Su campo de acción a la hora de “empomar” (Y así poder sobrevivir) son sus “pollitos” (que según la figura jurídica creada como convención, son los “empleados”). Estos sujetos generalmente logran un status de vida que encuadra en la siguiente escala: “Va desde una vida modesta a casi hecho”.

b) Sujetos que saben, pero no actúan como porongueros: Son más bien de perfil bajo tanto hacia afuera como hacia adentro. Su campo de acción pasa por establecer un “equilibrio” (a su manera de entender la vida) en su accionar cotidiano. Son los llamados “pan dulce”, ya que “sirven” (como el potro a la yegua) generalmente una vez al año. Por ende, a la hora de actuar como “empomadores” (término al que esta clase de sujetos se resiste a ser encasillados y prefieren el término de “profesionales”), sus esfuerzos se ven volcados en el ámbito más bien académico o de oficio “respetablemente” conseguido. Estos sujetos generalmente logran un status de vida que se encuadra (casi) en la misma escala que la anterior comentada.

c) Sujetos que no saben (cuestiones de hecho y hasta a veces de derecho), ni tienen con qué empomar, pero que al menos saben donde conseguir porongas útiles a sus fines: Son desvergonzados tanto hacia afuera como hacia adentro. Su campo de acción se asemeja a lo que vulgarmente se llama “caza bobos”. Se dedican a ser intermediarios. Generalmente tienen el culo roto, a pesar de que no empoman, ni son empomados. Se encargan de encontrar porongas dispuestas para culos disponibles. Estos sujetos generalmente logran un status de vida mediocre en la cuestión emocional, pero de más réditos en la cuestión económica. Generalmente cumplen funciones gubernamentales y de estado. Su status de vida generalmente va desde “garcadores” a “garcadores de guantes blancos”.

d) Sujetos que saben, o quizás no saben, pero aún así tienen la “capacidad” para conseguir la poronga más grande del condado (Y ponerla claro está): Les soba un pingo todo. Esta es la única clase de sujetos que jamás utiliza en su vida la frase “tengo entendido que...”. Son muy poco conversadores. Justamente esta clase de sujetos es a los que más hay que temer. Según dicen, no por una cuestión de cobardía, sino por una cuestión (establecida no sé por qué) que generalmente se enseña subconscientemente en las familias y escuelas, el cual es la de “sobre vivencia”. Esta clase de sujetos generalmente logran tener una vida bastante aberrante (aberrante, desde el punto de vista del resto de los otros sujetos). A estos sujetos se los suele putear, admirar, endiosar y endiablar. Son éstos quienes generalmente despiertan en “los otros” pasiones desenfrenadas en todos los extremos de la psique humana. Pasiones que a su vez generan grandes volúmenes de análisis, que se vuelcan en libros, diarios, teorías, cuestiones de estado, legislación y comando de realidades, por nombrar algunos efectos. Generalmente la literatura y filosofía universal los encasilla como “los malos de la película”... Es decir, a quienes habría que (supuestamente) destruir. Al respecto de éste último concepto comentado, es interesante transcribir otra famosa frase que suele decirse muy a menudo, la cual es: “Que hijos de remilputa”. Sin embargo dichos sujetos se defienden diciendo “¿Qué culpa tenemos por haber nacido porongueros?”. Esta clase de sujetos, no tiene mucho sentido encasillarlos en alguna clase de status de vida, ya que de todos modos a ellos “les chupa un soberano huevo”.

e) Sujetos empomados: Efectivamente esta clase de sujetos son los que "tienen que entender...". Si bien hay de todo un poco, son quienes sostienen y retro-alimentan todo el sistema que le da sentido y condición de existencia a la frase... “Tengo entendido que...” y que justifican el uso tan a menudo de la misma... en la idiosincrasia Argentina (Pero también mundial. Pertenecen a un sector que crece continuamente). También, constituyen la clase de sujetos más divertidos (lamentablemente dirían algunos) en esta historia, ya que gracias a ellos, los humoristas más relevantes de la historia, han sabido aprovechar su existencia para sacar tajada al respecto y así poder también ocupar un rol que les permita su propia subsistencia. En donde se queda muy bien parado con los “porongueros” (valga la redundancia) y muy bien perfilado (valga la redundancia también) con los empomados (que se ríen de sí mismos). El status de subsistencia que generalmente logran estos sujetos son justamente ese... el de subsistencia. Esta clase de sujetos han inspirado también a los llamados “revolucionarios” en la historia y que han tomado un papel en la misma que contrasta a la perfección con los “Sujetos que saben, o quizás no saben, pero aún así tienen la capacidad para conseguir la poronga más grande del condado (Y ponerla claro está) ” y así poder crear un grato entretenimiento al resto de los interlocutores, y que la comedia siga “infinitum”.

f) Hay algunos sujetos más al respecto, pero que explayar su condición no agrega más valor que el que se pretende dar a este esbozo...

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Conclusión final: Por todo lo dicho, se aconseja que la próxima vez que usté oiga la frase “tengo entendido que...” (Y aquí el por qué de la misma). Observe bien cómo están colocadas las posiciones, pero por sobre todo... INDENTIFIQUE (POR FAVOR Y POR SU PROPIO BIEN)... CUAL ES SU ROL EFECTIVO EN TAL SITUACIÓN... Y HACIA DONDE Y CON QUÉ PENDIENTE ESTÁ, (O LO ESTÁN) MIRANDO...

Por Marciano del TRAER.

Pd: En el último párrafo entender la palabra “mirando” como sinónimo de “midiendo”... (Nota: No es aconsejable, dejarse dar palmaditas)...

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Entrevista a don Marciano Del Traer... En un análisis de este 2008 que se va en ¿“crisis”?

- A su criterio... ¿Cuál es la verdad de la milanesa en esta crisis financiera mundial?-

Yo entiendo que la milanesa no ha modificado mucho su estructura en todos estos años que hemos vivido nosotros con nosotros mismos. Es decir... En la época de nuestros abuelos se ponía un pedazo de carne envuelta en pan rayado a freír y listo. Hoy esto básicamente se mantiene. Por lo tanto no veo que la crisis financiera mundial que nos dicen a nosotros mismos, y que en teoría se está produciendo ahora, haya modificado en alguna forma sustancial esta cuestión. Quizás el detalle más relevante a mencionar es que antes se acompañaba más con ensalada o papas fritas, y ahora se prefiere acompañar la milanesa con ella misma o a lo sumo con un cacho de pan.

- Entonces... la crisis “inmobiliaria” que se provocó en Estados Unidos y que ha ocasionado un efecto dominó en todos los hogares del mundo... ¿Para usté se trata sólo de una ilusión? -

Es interesante lo que preguntás, porque de hecho, la “ilusión” no es otra cosa que la construcción de un imaginario en las mentes de los seres humanos. A veces, ésta funciona a modo de “utopía” y digo utopía entre comillas, porque si no se las pongo, pareciera que construyo una contradicción lingüística, ya que la “utopía” en su sentido más amplio y en algún aspecto se ubica en el extremo más alto al momento de generar el movimiento en “ilusión”... Pero claro esto es muy subjetivo y depende de cada individuo y su escala de valores ilusorios. ¿Qué te quiero decir?...

- Sí... Por favor... ¿Qué me quiere decir? -

A lo que voy... es que muchas personas confunden utopía con ilusión y no se dan cuenta que en realidad “una” es motor de la “otra”. Es decir... No puede haber “ilusión”, si no hay una “utopía” primogénita que la genere. Por lo tanto son dos conceptos distintos, pero que muchas veces se usan como sinónimos. Es la “utopía” la que genera la “ilusión” y a partir de esta segunda, se genera el movimiento de las personas. Movimiento que pretende darle un sentido a sus vidas, sus hogares, sus seres queridos y hasta lo más profundo de sus deseos... ¿Se comprende ahora?

- Un poco... Pero... ¿Qué tiene que ver esto con la crisis “inmobiliaria” y el problema financiero mundial? -

Pues... es claro. Te lo voy a explicar así. En el mundo... en el planeta tierra, coexisten con y entre nosotros con nosotros mismos, dos mercados principales. Está el productivo por un lado y el financiero por otro. En el productivo lo que sucede es lo siguiente, dos puntos... Doña María agarra su bolsa, va al mercado, compra medio kilo de peceto, pan rayado y huevo. Luego llega a su casa. Vierte aceite en la sartén y cocina la milanesa. En cambio en el financiero lo que hace doña María es simplemente nada... Sólo se sienta en su sillón... enciende su televisor, o el televisor de su hermano o hijo, depende quien haya decidido figurar en la factura de compra... Y deja que la “burbuja” comunicacional que se produce entre las señales que emite la caja boba y su intelecto, tengan un romance. ¿Se comprende?... Es decir ella no hace nada en el mercado financiero porque no sabe y sólo explica en su mundo esta cuestión como una ilusión... Ilusión sin comillas, claro está.

- Sigo sin comprender que tiene esto que ver con la crisis inmobiliaria -

Te digo ilusión en el caso de Doña María, en el ejemplo del sillón... Y si sos un poco perspicaz te darás cuenta que no se trata de la misma “ilusión” de la que te hablaba antes... ¿Comprendés?

- No -

Lo que te quiero decir es que la “crisis” inmobiliaria no es crisis en realidad... si no un virus que funciona engendrando miedo a ellos mismos con ustedes mismos.

- Sí. Pero la falta de trabajo ha aumentado. El poder adquisitivo ha disminuido. Acá hay una crisis -

¿Vos me estás preguntando o estas afirmando?

- Bueno... bajo mi punto de vista la crisis está y es clara. Pero le pregunto... ¿Cómo puede hablar de ilusión o “ilusión”?... No sé.. Cuando en realidad y en lo concreto nuestro hambre aumenta? -

Bueno... Yo no tengo hambre, pero si vos sí, acá te convido con este sambuche que me sobró del medio día. Es de mondiola y queso.

- No gracias -

¿Pero no dijiste que tenías hambre?... Y dijiste “nuestro” también..., cuando en realidad yo no tengo hambre... No sé que te habrá hecho pensar a vos de que yo sí tenía hambre.

- No. A lo que voy, es que no comprendo como usté puede decir que la crisis no existe, cuando en realidad a los seres humanos con ellos mismos, y en la mayoría de los hogares les sucede que sí sienten la crisis... la falta de trabajo... el poder adquisitivo que ha disminuido... en nosotros con nosotros mismos... -

Bueno... veo que ahora sí estamos comenzando a hablar el mismo idioma entre nosotros y con nosotros mismos... Y no sólo el idioma sino también que dentro de éste... Vamos desmenuzando los conceptos que las palabras quieren decirnos, y por eso... ahora, nos permite crear una convención entre nosotros y con nosotros mismos, entre vos y yo... Y eso es bueno, para que nos podamos entender y hablar de lo mismo. El jueguito de palabras que te hice recién, es el que la caja boba y el mercado financiero suelen hacer. Te cambio un cacho el concepto de algo o alguien, y listo. Es así como se convencen los otros de ellos. Y lo más triste o gracioso, como quieras verlo, es que no se dan cuenta los otros y les creen a ellos... Y en esa falsa ilusión de engendrar miedo a través del virus comunicacional es que los convencen de tal modo... que todos entran en pánico. Es por eso que el banquero raja a la mitad del personal... Es por eso que el director decide reestructurar la compañía... Es por eso que el quiosquero decide no estoquearse tanto... Y todo así. Es decir... si nosotros con nosotros mismos no somos capaces de saber articularnos entre nosotros y con nosotros mismos, lo que sucede es que esa ilusión termina por generar lo concreto de lo que tanto se temía que pasara en nosotros y con nosotros mismos... Y por lo tanto en resumidas cuentas, lo que sucede es que la ilusión... o mejor dicho... falsa ilusión, sin comillas claro está... Termina por demostrar algo concreto y palpable como vos decis... la falta de trabajo... el hambre y toda la bola... ¿Comprendes ahora?... Te venden una ilusión pero que en realidad está en forma de “ilusión” falsa... Y los confunden a todos con ellos mismos cuando compran... Aunque también se dejan “confundir” los compradores confusionados... Al pretender la ilusión... No se dan cuenta... o.... ¿No se dan cuenta?... Lo mismo pasa con el mercado financiero que termina dejando a Doña María en el sillón... En ves de ponerse a conversar con ellas mismas y entre ellas mismas de la vecindad... Porque si uno no conversa con nosotros y los otros mismos entre todos... no pueden crear verbos en sus lenguajes que permitan ponerse en el movimiento del que te hablaba antes... ¿comprendés?...

- Mas o menos... Creo que sí... ¿Pero entonces cuál es la diferencia entre la primera “ilusión” de la que hablabas antes, con la ilusión que me decís ahora?

La diferencia... son las comillas...

- Claro. Muchas gracias Don Marciano Del Traer... -

Denada...