miércoles, 31 de diciembre de 2008

Entrevista a don Marciano Del Traer... En un análisis de este 2008 que se va en ¿“crisis”?

- A su criterio... ¿Cuál es la verdad de la milanesa en esta crisis financiera mundial?-

Yo entiendo que la milanesa no ha modificado mucho su estructura en todos estos años que hemos vivido nosotros con nosotros mismos. Es decir... En la época de nuestros abuelos se ponía un pedazo de carne envuelta en pan rayado a freír y listo. Hoy esto básicamente se mantiene. Por lo tanto no veo que la crisis financiera mundial que nos dicen a nosotros mismos, y que en teoría se está produciendo ahora, haya modificado en alguna forma sustancial esta cuestión. Quizás el detalle más relevante a mencionar es que antes se acompañaba más con ensalada o papas fritas, y ahora se prefiere acompañar la milanesa con ella misma o a lo sumo con un cacho de pan.

- Entonces... la crisis “inmobiliaria” que se provocó en Estados Unidos y que ha ocasionado un efecto dominó en todos los hogares del mundo... ¿Para usté se trata sólo de una ilusión? -

Es interesante lo que preguntás, porque de hecho, la “ilusión” no es otra cosa que la construcción de un imaginario en las mentes de los seres humanos. A veces, ésta funciona a modo de “utopía” y digo utopía entre comillas, porque si no se las pongo, pareciera que construyo una contradicción lingüística, ya que la “utopía” en su sentido más amplio y en algún aspecto se ubica en el extremo más alto al momento de generar el movimiento en “ilusión”... Pero claro esto es muy subjetivo y depende de cada individuo y su escala de valores ilusorios. ¿Qué te quiero decir?...

- Sí... Por favor... ¿Qué me quiere decir? -

A lo que voy... es que muchas personas confunden utopía con ilusión y no se dan cuenta que en realidad “una” es motor de la “otra”. Es decir... No puede haber “ilusión”, si no hay una “utopía” primogénita que la genere. Por lo tanto son dos conceptos distintos, pero que muchas veces se usan como sinónimos. Es la “utopía” la que genera la “ilusión” y a partir de esta segunda, se genera el movimiento de las personas. Movimiento que pretende darle un sentido a sus vidas, sus hogares, sus seres queridos y hasta lo más profundo de sus deseos... ¿Se comprende ahora?

- Un poco... Pero... ¿Qué tiene que ver esto con la crisis “inmobiliaria” y el problema financiero mundial? -

Pues... es claro. Te lo voy a explicar así. En el mundo... en el planeta tierra, coexisten con y entre nosotros con nosotros mismos, dos mercados principales. Está el productivo por un lado y el financiero por otro. En el productivo lo que sucede es lo siguiente, dos puntos... Doña María agarra su bolsa, va al mercado, compra medio kilo de peceto, pan rayado y huevo. Luego llega a su casa. Vierte aceite en la sartén y cocina la milanesa. En cambio en el financiero lo que hace doña María es simplemente nada... Sólo se sienta en su sillón... enciende su televisor, o el televisor de su hermano o hijo, depende quien haya decidido figurar en la factura de compra... Y deja que la “burbuja” comunicacional que se produce entre las señales que emite la caja boba y su intelecto, tengan un romance. ¿Se comprende?... Es decir ella no hace nada en el mercado financiero porque no sabe y sólo explica en su mundo esta cuestión como una ilusión... Ilusión sin comillas, claro está.

- Sigo sin comprender que tiene esto que ver con la crisis inmobiliaria -

Te digo ilusión en el caso de Doña María, en el ejemplo del sillón... Y si sos un poco perspicaz te darás cuenta que no se trata de la misma “ilusión” de la que te hablaba antes... ¿Comprendés?

- No -

Lo que te quiero decir es que la “crisis” inmobiliaria no es crisis en realidad... si no un virus que funciona engendrando miedo a ellos mismos con ustedes mismos.

- Sí. Pero la falta de trabajo ha aumentado. El poder adquisitivo ha disminuido. Acá hay una crisis -

¿Vos me estás preguntando o estas afirmando?

- Bueno... bajo mi punto de vista la crisis está y es clara. Pero le pregunto... ¿Cómo puede hablar de ilusión o “ilusión”?... No sé.. Cuando en realidad y en lo concreto nuestro hambre aumenta? -

Bueno... Yo no tengo hambre, pero si vos sí, acá te convido con este sambuche que me sobró del medio día. Es de mondiola y queso.

- No gracias -

¿Pero no dijiste que tenías hambre?... Y dijiste “nuestro” también..., cuando en realidad yo no tengo hambre... No sé que te habrá hecho pensar a vos de que yo sí tenía hambre.

- No. A lo que voy, es que no comprendo como usté puede decir que la crisis no existe, cuando en realidad a los seres humanos con ellos mismos, y en la mayoría de los hogares les sucede que sí sienten la crisis... la falta de trabajo... el poder adquisitivo que ha disminuido... en nosotros con nosotros mismos... -

Bueno... veo que ahora sí estamos comenzando a hablar el mismo idioma entre nosotros y con nosotros mismos... Y no sólo el idioma sino también que dentro de éste... Vamos desmenuzando los conceptos que las palabras quieren decirnos, y por eso... ahora, nos permite crear una convención entre nosotros y con nosotros mismos, entre vos y yo... Y eso es bueno, para que nos podamos entender y hablar de lo mismo. El jueguito de palabras que te hice recién, es el que la caja boba y el mercado financiero suelen hacer. Te cambio un cacho el concepto de algo o alguien, y listo. Es así como se convencen los otros de ellos. Y lo más triste o gracioso, como quieras verlo, es que no se dan cuenta los otros y les creen a ellos... Y en esa falsa ilusión de engendrar miedo a través del virus comunicacional es que los convencen de tal modo... que todos entran en pánico. Es por eso que el banquero raja a la mitad del personal... Es por eso que el director decide reestructurar la compañía... Es por eso que el quiosquero decide no estoquearse tanto... Y todo así. Es decir... si nosotros con nosotros mismos no somos capaces de saber articularnos entre nosotros y con nosotros mismos, lo que sucede es que esa ilusión termina por generar lo concreto de lo que tanto se temía que pasara en nosotros y con nosotros mismos... Y por lo tanto en resumidas cuentas, lo que sucede es que la ilusión... o mejor dicho... falsa ilusión, sin comillas claro está... Termina por demostrar algo concreto y palpable como vos decis... la falta de trabajo... el hambre y toda la bola... ¿Comprendes ahora?... Te venden una ilusión pero que en realidad está en forma de “ilusión” falsa... Y los confunden a todos con ellos mismos cuando compran... Aunque también se dejan “confundir” los compradores confusionados... Al pretender la ilusión... No se dan cuenta... o.... ¿No se dan cuenta?... Lo mismo pasa con el mercado financiero que termina dejando a Doña María en el sillón... En ves de ponerse a conversar con ellas mismas y entre ellas mismas de la vecindad... Porque si uno no conversa con nosotros y los otros mismos entre todos... no pueden crear verbos en sus lenguajes que permitan ponerse en el movimiento del que te hablaba antes... ¿comprendés?...

- Mas o menos... Creo que sí... ¿Pero entonces cuál es la diferencia entre la primera “ilusión” de la que hablabas antes, con la ilusión que me decís ahora?

La diferencia... son las comillas...

- Claro. Muchas gracias Don Marciano Del Traer... -

Denada...